Lectura

«Lectura» es un lenguaje críptico y profundo que se despliega a través de trayectorias sutiles, ocultas pero esenciales, que transforman el espacio. La sala se convierte en un lugar donde la función original se ve alterada, perturbada, como una invocación a una realidad más compleja y compleja. Es una invitación a la introspección, donde el visitante debe recorrer un camino que no se encuentra inmediatamente claro, pero que revela verdades profundas, ocultas bajo las capas de la cotidianidad.

La pieza, empujada por la conversión poética del sánscrito, simboliza una verdad despojada del yugo del racionalismo, donde aquellas contradicciones y barreras legales que suelen sofocar la libre expresión se debilitan. Las mujeres, al ocupar el espacio del museo, no solo lo habitan, sino que lo transgreden, llevando consigo sus secretos, fragmentos de una resistencia encubierta que solo ellas conocen. Son las mujeres las que poseen las claves de un conocimiento oculto, de una vida posible, rica, llena de potencial, pero que permanece aún fuera del alcance de muchos.

La Hoja de Coca y su Lectura
Uno de los elementos fundamentales que se incorpora en la instalación es la hoja de coca, un símbolo profundamente enraizado en la tradición andina. En Bolivia, la coca no solo es un elemento vital en la vida cotidiana, sino que también es un vehículo de comunicación con lo espiritual y lo ancestral. En la tradición del altiplano, la hoja de coca es utilizada como un medio de lectura, donde la vidente interpreta sus presagios y señales. Esta hoja, que ha sido parte integral de las culturas indígenas andinas durante siglos, tiene la capacidad de abrir portales hacia el conocimiento profundo, el entendimiento de los ciclos de la naturaleza, y la conexión con los espíritus de los ancestros.

La vidente, al leer las hojas de coca, actúa como un canal entre lo visible y lo invisible, entre lo humano y lo divino. En Lectura, la hoja de coca no solo se presenta como un objeto cultural, sino como una herramienta de resistencia y empoderamiento. Las mujeres que forman parte de esta instalación, al igual que las sabias de las comunidades del altiplano, se convierten en guardianas de una sabiduría ancestral que desafía las estructuras dominantes. En su lectura, la hoja de coca se transforma en un testigo de la historia, una memoria viva que se resiste a ser silenciada.

El Significado Cultural
La hoja de coca, en este contexto, adquiere una dimensión simbólica en la instalación. Su uso tradicional como medio de adivinación en la región andina, cuando las mujeres leen las hojas de coca para prever el futuro, se convierte en un acto de resistencia frente al olvido y la opresión histórica. La hoja de coca es, entonces, una metáfora de la memoria colectiva, una herramienta para recuperar lo que ha sido marginado, para leer lo que no está escrito en los libros de historia oficial.

La instalación invita al espectador a experimentar la Lectura como un acto de transgresión, un desafío a las narrativas impuestas y una reivindicación de los conocimientos ancestrales. A través de la presencia de la hoja de coca, se reconcilian los mundos: el de lo ancestral, el de lo contemporáneo, el de lo femenino y el de lo político. En la sala del museo, las mujeres no solo ocupan el espacio físico, sino que también ocupan el espacio simbólico de la historia, la memoria y la cultura de un pueblo.

Así, Lectura se convierte en una propuesta profunda que cuestiona las fronteras entre lo antiguo y lo moderno, lo visible y lo invisible, lo individual y lo colectivo. La vidente, con su poder para leer los presagios, simboliza el conocimiento profundo que es capaz de transformar y reorganizar nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos.